La COVID-19 ha supuesto un auténtico desafío para la mayoría de empresas y, sobre todo, para aquellas dedicadas al desarrollo de software. El confinamiento domiciliario llevado a cabo entre marzo y mayo de 2020, unido a las posteriores restricciones implantadas a causa de las sucesivas olas, hizo imposible utilizar las oficinas y abogar por el teletrabajo de los programadores. Sin duda, una decisión que ha salvado al sector y que se ha convertido en una solución que ha ido mucho más allá del momento puntual.
A finales del pasado mes de octubre saltó la noticia de que, tras haber oído las opiniones de sus empleados, Media Interactiva, una de las multinacionales más importantes del sector y que se encuentra afincada en Sevilla, decidió volver al teletrabajo por voluntad propia y cesar en su obligación de que los programadores acudiesen cada día a sus oficinas. Una opción cada vez más apetecible para otras muchas empresas que, aunque más tarde, están poniéndola en práctica también.
Las ventajas del teletrabajo en el sector del desarrollo de software
Pero ¿por qué esas empresas están copiando el ejemplo de Media Interactiva? Las razones están disponibles en media interactiva comentarios y podemos resumirlas del siguiente modo:
- Reducción a cero del riesgo de contagios. Un brote de COVID-19 dentro de una empresa de este tipo supone el cierre inmediato de las oficinas y, probablemente, un buen número de bajas laborales por incapacidad temporal. Un problema que puede detener de un día para otro la mayor parte de la actividad de la compañía y sumirla en una profunda crisis.
- Mejor imagen de empresa para los empleados. No hay que olvidar que la COVID-19 tiene un índice de mortalidad que, aunque bajo, es importante, sobre todo, para los trabajadores de mayor edad y para los familiares de todos ellos. Esa sensación de preocupación y protección por parte de la empresa es muy bien valorada por los programadores.
- Hay medios más que suficientes para poner en práctica el teletrabajo. Se demostró en marzo cuando tuvo que implantarse de forma obligatoria y de un día para otro. Muchos meses después y con tiempo de sobra para dar el paso, teniendo en cuenta la situación epidemiológica, lo ilógico es no teletrabajar. Basta con un ordenador, una conexión en remoto y una red VPN para poder llevar a cabo las mismas tareas en casa que en la oficina. Además, herramientas como Zoom Meetings, Skype o Microsoft Teams permiten celebrar reuniones virtuales y colaborar en equipo sin importar la ubicación de cada trabajador.
- Mayor libertad. En estos tiempos es difícil compaginar la vida profesional y personal. Basta con pensar en que cualquier niño que haya estado en contacto con un positivo deberá guardar cuarentena durante dos semanas. Incluso, aunque no lo haya tenido, puede que se produzca el cierre de su aula y necesite a alguien que le cuide. Dado el perfil al que más ataca la COVID-19, no es una solución responsable pedir a los abuelos que se encarguen de ellos durante ese tiempo.
El teletrabajo es el futuro del desarrollo de software
En definitiva, parece que, como en Media Interactiva, el teletrabajo ha llegado a las empresas de desarrollo de software para quedarse. Y es que, más allá de las ventajas que para los trabajadores ofrece esta solución y a la reducción de riesgos relacionados con el contagio de la COVID-19, hay que sumar que también supone un ahorro de costes operativos sin que por ello se vea reducido el rendimiento y la productividad.