CSS (Cascading Style Sheets) es un lenguaje que nos permite controlar el aspecto de las páginas web escritas en HTML o en cualquier lenguaje basado en XML.
Hay tres formas de aplicar estilos CSS en un documento HTML: en línea, incrustado en la cabecera y con hojas de estilo externas. Veamos cada una de ellas.
Las propiedades de los textos son las que permiten controlar el texto como bloque, es decir, afectan al interlineado, la separación entre palabras, tabulado.
Las propiedades CSS de las listas son las que nos permiten controlar los estilos de los marcadores, la posición de los elementos dentro de las listas...
Las propiedades CSS de las tablas nos permiten controlar los estilos de los títulos de la tabla, el tamaño de las celdas, las filas y las columnas, etc.
Gracias a las pseudo-clases de CSS podemos realizar una selección más específica de los elementos a los que queremos aplicar un cierto estilo sin necesidad de crear una clase concreta.
En este apartado vamos a repasar el comportamiento de los contenedores en CSS. Para ello veremos las propieades position, display o z-inde, entre otras.
Gracias a los estilos podemos romper el diseño gris con líneas negras de los formularios y convertirlos en una parte más que se integra perfectamente en nuestro diseño web.
Seguir unas buenas prácticas a la hora de crear estilos CSS hace que el código sea más claro y legible tanto para ti y como para tus compañeros de proyecto.